Hábitos de ciber higiene para una buena seguridad digital

En un mundo cada vez más digital, la seguridad informática se ha convertido en un pilar fundamental para proteger nuestra información y privacidad. Los ciberataques y las amenazas externas en línea son cada vez más sofisticados, por lo que adoptar buenos hábitos de seguridad es esencial para prevenir riesgos y mantenernos a salvo en el entorno digital.

En este artículo, exploramos las prácticas más efectivas para fortalecer nuestra seguridad y evitar ser víctimas de ciberamenazas, garantizando así una experiencia en línea más segura y confiable.

¿Qué es la ciber higiene o seguridad informática?

La seguridad cibernética consiste en adquirir una serie de buenos hábitos en torno a la ciberseguridad y así estar un paso por delante de las ciberamenazas y los problemas de seguridad online. 

La ciber higiene se suele comparar con la higiene personal, ya que ambas son procesos preventivos que se llevan a cabo regularmente para garantizar la salud y el bienestar.

La protección de datos tiene como objetivo mantener la salud y seguridad básicas de nuestros sistemas, a fin de garantizar que estén protegidos contra amenazas.

Si se practica con regularidad, la protección de la información ayuda a mitigar cualquier riesgo de seguridad. Al igual que con cualquier hábito que se desee afianzar, la ciber higiene requiere rutina y repetición.

¿Cómo se puede garantizar una buena seguridad informática?

La ciber higiene o seguridad informática se refiere a las prácticas y hábitos que se deben seguir para protegerse y mantener la seguridad en el entorno digital. Es un conjunto de medidas preventivas que ayudan a reducir el riesgo de ataques cibernéticos, como el robo de datos, el malware y otros tipos de amenazas en línea.

Consejos para aumentar la seguridad y protección de tus datos.

1. Verifica la Legitimidad de la Entidad: Asegúrate de que cualquier comunicación o solicitud provenga de una fuente oficial. Utiliza los canales de contacto oficiales de la entidad financiera para confirmar la autenticidad de mensajes, correos electrónicos o llamadas.

2. Protección de Datos Personales: No compartas información personal, como

números de cuenta, contraseñas o datos de identificación, a través de correos electrónicos, mensajes de texto o llamadas no solicitadas. Usa siempre los portales seguros de la entidad financiera para realizar transacciones o actualizaciones. 

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3. Actualizaciones y Software de Seguridad: Mantén actualizado tu software antivirus y el sistema operativo de tus dispositivos. Usa un firewall para proteger tu red y dispositivos contra amenazas externas.

4. Uso de contraseñas fuertes: Crea contraseñas únicas y fuertes para tus cuentas financieras. Evita usar la misma contraseña en diferentes sitios y cambia tus contraseñas regularmente. Usa contraseñas con mínimo 8 caracteres, que contengan una letra en mayúscula, un número y un carácter especial.

5. Seguridad en el Navegador: Asegúrate de que el sitio web de la entidad financiera tenga un certificado de seguridad (indicado por “https” en la barra de direcciones) antes de ingresar información confidencial. No uses redes Wi-Fi públicas para acceder a tus cuentas bancarias.

6. Monitoreo de Cuentas: Revisa regularmente tus estados de cuenta y transacciones para detectar cualquier actividad inusual o no autorizada. Informa de  inmediato a la entidad financiera si encuentras algo sospechoso.

7. Cuidado con Phishing: Desconfía de correos electrónicos o mensajes que te soliciten información personal o te pidan que hagas clic en enlaces para actualizar tus datos. Verifica siempre la autenticidad de las solicitudes contactando directamente con la entidad financiera.

8. Cuidado con llamadas maliciosas que pueden llevarnos a un Phishing: Estas llamadas se pueden presentar conociendo información personal que ha sido extraída mediante ingeniería social.

9. Autenticación de Dos Factores: Activa la autenticación de dos factores en tus cuentas financieras siempre que esté disponible. Esto añade una capa extra de seguridad a tus cuentas.

10. Educación y Conciencia: Familiarízate con las amenazas comunes de ciberseguridad, como el phishing y el malware. La conciencia de los riesgos y cómo evitarlos es clave para protegerte.

11. Desconexión Segura: Siempre cierra sesión en tu cuenta financiera cuando hayas terminado de realizar transacciones, especialmente en dispositivos compartidos o públicos.

12. Configuraciones de Privacidad: Revisa y ajusta las configuraciones de privacidad en tus cuentas financieras y dispositivos para asegurarte de que solo tú tengas acceso a tu información personal.

13. Uso de Aplicaciones Oficiales: Descarga e instala solo aplicaciones oficiales de la entidad financiera desde tiendas de aplicaciones confiables. Evita aplicaciones de terceros que no tengan una verificación clara.

14. Copia de seguridad de datos: Realizar respaldos periódicos de la información importante para evitar la pérdida en caso de un ataque o fallo del sistema.

15. Conciencia y educación: Mantenerse informado sobre las últimas amenazas y técnicas de ataque, y educar a otros sobre buenas prácticas de seguridad.

En conclusión, la seguridad cibernética es una responsabilidad que debemos asumir en nuestra vida digital diaria. Adoptar estos consejos no solo nos protege de posibles amenazas, sino que también contribuye a crear un entorno en línea más seguro para todos. 

Recuerda que la prevención es la mejor defensa, y estar siempre alerta ante posibles riesgos es clave para proteger nuestra información y mantenernos un paso adelante de los ciberdelincuentes.